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Mostrando entradas de marzo, 2016

Origenes de las Cofradías y Hermandades de la Semana Santa Oscense

En 1544, se tiene documentada la hermandad más antigua de Huéscar, la   Hermandad del Santísimo . Ya en 1580, esta documentada la primera cofradia penintencial, la Cofradía del Crucifijo, cuando la Casa de Alba, a la pertenecía el señorío de Huéscar, pago a los tesoreros de las Cofradías del Santísimo Sacramento, del Crucifijo, de Nuestro Señora de los Remedios y de Nuestra Señora del Rosario, 3876 maravedis. Con la llegada de los Franciscanos, en el siglo XVII, se da a conocer la Cofradía de la Verecruz, que con el tiempo se fusionara con la de la Sangre. De las actuales cofradias, los estatutos de la   Cofradía de San Juan Evangelista,   están datados en 1619, cuando hasta entonces se daba por hecho que se habían constituida las denominadas   tres hermandes ,   San Juan Evangelista, La Soledad y el Cristo , en un solo cuerpo, el 24 de marzo de 1636, siendo aprobado por el Arzobispado de Toledo en 1641.

La Construcción del Convento e iglesia de Santo Domingo, 6ºParte, por Jesús Daniel Laguna Reche

EPÍLOGO. Finalizada la construcción de su iglesia, los dominicos emprenden, como hemos visto, la finalización del monasterio. Las capillas, tal y como nos indican los contratos, quedarían finalizadas en los últimos años del siglo XVI, salvo la del Rosario, finalizada seguramente en la década de 1610 –no creemos que tardase veinte años en ser construida-. De las capillas de San Pedro Mártir y San Juan de Letrán, creemos que su construcción fue paralela a la de las demás y no debió ir más allá del año 1620 sencillamente porque consideramos ésta una fecha bastante tardía para capillas no demasiado grandes, realizadas además con materiales sencillos, aunque no dispongamos de datos concretos que permitan saber el año exacto en que las diez capillas estaban finalizadas.

La Consturcción del Convento e iglesia de Santo Domingo, 5ºParte, por Jesus Daniel Laguna Reche

LA CONSTRUCCIÓN DE LAS CAPILLAS. El día 13 de noviembre de 1556 el padre provincial de Andalucía, fray Martín de Mendoza, concedió licencia a los frailes de Santo Domingo de Huéscar para que vendiesen las capillas del convento a quienes quisiesen, y en su efecto otorgasen las escrituras pertinentes. Posteriormente, ya en la década de 1580, volverían a concederse nuevas licencias al convento para el mismo fin. Como otras tantas partes de la obra, las capillas, como ya se ha dicho, también sufrieron el retraso en su construcción. Aunque no hemos encontrado referencias a todas podemos creer, y así lo hacemos, siguiendo la lógica de una planta regular, que la iglesia del convento tenía diez capillas, de las cuales hemos podido documentar nueve, concretamente las cinco de la Epístola y cuatro del Evangelio. De siete de ellas conocemos la advocación a la que sin ninguna duda se dedicaron y su situación en la iglesia; por otro lado conocemos la advocación de otras dos capillas que hemo