Origenes de las Cofradías y Hermandades de la Semana Santa Oscense

En 1544, se tiene documentada la hermandad más antigua de Huéscar, la Hermandad del Santísimo. Ya en 1580, esta documentada la primera cofradia penintencial, la Cofradía del Crucifijo, cuando la Casa de Alba, a la pertenecía el señorío de Huéscar, pago a los tesoreros de las Cofradías del Santísimo Sacramento, del Crucifijo, de Nuestro Señora de los Remedios y de Nuestra Señora del Rosario, 3876 maravedis.
Con la llegada de los Franciscanos, en el siglo XVII, se da a conocer la Cofradía de la Verecruz, que con el tiempo se fusionara con la de la Sangre.
De las actuales cofradias, los estatutos de la Cofradía de San Juan Evangelista, están datados en 1619, cuando hasta entonces se daba por hecho que se habían constituida las denominadas tres hermandes, San Juan Evangelista, La Soledad y el Cristo, en un solo cuerpo, el 24 de marzo de 1636, siendo aprobado por el Arzobispado de Toledo en 1641.

 
En 1656, queda constatado en el Libro de Actas del Cabildo Municipal, de la existencia de cinco cofradias,Nuestra Señora de la Soledad, Santo Cristo, San José, San Juan Evangelista y San Pascual Bailon, con motivo de la creación de la procesión del entierro de Cristo, a la que acudían todas las cofradías, con sus pasos, San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Virgen de la Soledad, la Cruz Verde y la Magdalena.
Las tres hermandes, pasaron a ser la actual Federación de Cofradías, en 1944, a la que se unió en 1946, la Cofradía del Santo Sepulcro.
La Semana Santa se va afianzando en el siglo XVII, debido a la intensa actividad religiosa del momento.
El siglo XIX se presento turbio, por la Guerra de independencia, que provocó desorganizaciones en las cofradías.
En los inicios del siglo XX, la Semana Santa, presenta su formato tradicional, es decir, después de la procesión del Domingo de Ramos, no hay Semana Santa hasta el Miércoles Santo, cuando se cantaban las tinieblas, y en el tenebrario se encendía o apagan luces, y la chiquilleria tocaba las matracas, almando jaleo.
En la mañana de Jueves Santo, muchos oscenses recibían el sacramento de la penitencia, para después acompañar a la Procesión que se dirigia al monumento. De la Ermita de la Soledad, salía la primera procesión, con los pasos de San Juan, La Magdalena, la Oración del Huerto, Señor de los Azotes, Jesús Nazareno y Virgen de la Soledad.
El día grande era y sigue siendo el Viernes Santo, de madrugada las cornetas anunciaban la esperada muerte del Señor. En la procesión de la mañana, participaban los pasos de San Juan, el Señor de la Caña, Jesús Nazareno, el Cristo  de la Expiración, la Soledad, y la Verónica, que se incorporaba en la Plaza Mayor, para la realización de las tradicionales caídas de Jesús en su recorrido por el monte calvario. Por la tarde el turno de los Santos oficios. 


En la noche del Viernes, se celebraba la procesión del Santo Entierro, con carácter solemne, presidida por la corporación municipal. Las tres cofradías formaban filas con sus hermanos cofrades con hachones encidos, y los pasos eran los de  San Juan, la Cruz Verde, el Santo Sepulcro y la Soledad, detrás de la cual marchan la Parroquia y el pueblo. 
Tras el final de la Guerra Civil Esapñola, el recuento del patrimonio de las cofradias fue desolador, practicamente había desaparecido todo, de modo que en 1940, se organizo un procesión con lo poco que había quedado. Se puso en marcha entonces, la dura tarea, de recuperar todo lo que tenía cada cofradía.
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